viernes, 10 de enero de 2014

MONOTONO

MONOTONO

Otra vez solo, con aparente dominio de mi cuerpo pero postrado en la cama, sujeto a ella por las sombras y los hábitos recurrentes.

Tengo la impresión de haber tenido esta experiencia y haberla controlado, recuerdo el dolor que con voluntad y fe soporte.

Pero en esta ocasión es diferente, hay una especie de estupor y embragamiento, una oscuridad profunda en la que floto.

Esta sensación, hace todo posible, el agonizante dolor se trasforma en roció que brota de mi espalda y las alas que antes me cortaban y desangraban ahora me rodean formando una crisálida fúnebre. 


German A Gomez Garcia.